VIDA PRETERRENAL – ¿Enseña la Biblia la Preexistencia del Mormonismo?

1 Corintios 15:46: “Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual.” 

POSICIÓN MORMONA:

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (La Iglesia Mormona), enseña que los seres humanos nacieron primeramente como espíritus, de un Padre Celestial y una Madre Celestial, en un mundo espiritual denominado vida “preterrenal,” antes de venir a la tierra para recibir cuerpos terrenales en lo que ellos llaman “período de prueba terrenal.”   

Con respecto a esto, el Apóstol Mormón James E. Faust explica:

“La vida no es una representación compuesta de un solo acto, sino de tres. Participamos en un acto pasado, cuando estábamos en la existencia preterrenal; ahora nos encontramos en un acto presente, que es la vida terrenal; y estaremos en un acto futuro, cuando regresemos a Dios. … Se nos envió a esta vida para ser examinados y probados. El Señor le explicó a Abraham: “y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare (Abraham 3:25) ” — James E. Faust, ¿En Qué Bando Estamos?, Conferencia General SUD Octubre 2004

Como puede apreciarse en esta cita tomada de un líder mormón, no existe un verdadero sustento para la creencia mormona de la preexistencia de la humanidad, excepto en el Libro de Abraham, el cual José Smith afirmó haber traducido a partir de unos jeroglíficos egipcios encontrados en un manuscrito funerario. Más tarde se comprobó que su traducción era completamente falsa, finalmente la Iglesia Mormona lo admitió en su sitio Web:

Ninguno de los caracteres de los fragmentos de papiro mencionaba el nombre de Abraham ni de ninguno de los acontecimientos registrados en el libro de Abraham.” — Traducción e historicidad del libro de Abraham, Temas del Evangelio, publicado en el año 2013 en LDS.org.

Sin embargo, la Iglesia Mormona continúa publicando el Libro de Abraham como Escritura y acepta las enseñanzas provenientes de este libro acerca de una existencia preterrenal. Aun cuando no existe en la Biblia un sustento para esta doctrina, esto no detiene a la Iglesia Mormona en su intento por encontrar versículos bíblicos para apoyarla. Lo que sigue a continuación es un recuento de algunos de los versículos claves que citan los mormones:

RESPUESTA BÍBLICA:

JUAN 17:5 – La preexistencia de Jesús tal como se aprecia en Su oración: “Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.”[1]

Es cierto que Jesús preexistió en el cielo, pero Él es el único ser humano que puede atribuirse una existencia anterior porque Él siempre existió como Dios, y por eso, en Su Divino Ser, Él “ni tiene principio de días, ni fin de vida” como explica la Biblia en Hebreos 7:3. En Filipenses 2:5-9 se afirma también:

“quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre…” (Nueva Versión Internacional)

Dado que Dios en Su naturaleza no puede morir, Jesús añadió la naturaleza humana a Su Persona Divina para que Su naturaleza humana pudiera morir en expiación por los pecados del mundo. Por eso, Su naturaleza humana murió, pero su naturaleza Divina como Dios continuó viviendo más allá de la muerte y así fue como Jesús pudo resucitar Su propio cuerpo humano tal y como dijo que sucedería en Juan 2:18-22 (véase también Juan 10:17-18). Así, cuando Jesús dijo a los fariseos en Juan 8:58, “Antes que Abraham fuese, yo soy,” ellos entendieron Su afirmación como una blasfemia porque únicamente Dios ha existido desde “antes que Abraham” hasta el presente. Del mismo modo Él demostró que ningún otro ser humano podría pretender haber tenido una preexistencia en el cielo cuando trazó una distinción entre Su preexistencia “de arriba” (del Cielo) y el origen de ellos “de abajo” en (este mundo) en Juan 8:23:

Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.”

Por lo tanto, Jesús desaprueba de manera efectiva las afirmaciones de la Iglesia Mormona con respecto a la preexistencia de la humanidad, cuando dice que nosotros “no” somos de arriba. Del mismo modo, 1 Corintios 15:46-47 respalda la afirmación de Jesús que los seres humanos no han nacido “primero” en el cielo, cuando dice:

“Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.”[2]

Notemos el versículo 47, que del mismo modo confirma la declaración de que Jesús es la única persona que procede del cielo cuando dice que el “primer hombre” Adán es de la tierra, mientras que el “segundo hombre” Jesús, es el Señor del cielo. Otras Escrituras Bíblicas que contradicen el concepto mormón acerca de la preexistencia, son los siguientes versículos en los cuales Jesús nos dice que ningún hombre ha visto jamás a Dios, ni oído Su voz, ni contemplado Su rostro como Él:

A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.” —Juan 1:18 (Véase también Juan 6:46)

“También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto.” —Juan 5:37

Si todos hubiésemos preexistido en el Cielo como hijos espirituales de Dios antes de nacer en la tierra, Jesús no hubiera podido decir que nadie ha visto el rostro de Dios u oído Su voz. Obviamente, la preexistencia mormona es una enseñanza anti bíblica contradicha tanto por Jesús como por el apóstol Pablo. En contraste, la Escritura bíblica enseña que nuestros espíritus fueron formados dentro de nuestros cuerpos en el momento de nuestra creación:

“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”—Génesis 2:7

“…Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él…”—Zacarías 12:1

JEREMÍAS 1:5: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”

En este pasaje, Dios le dice a Jeremías que Él le “conocía” antes que fuera formado en el vientre. ¿Significa esto que Jeremías preexistió en el cielo? Un principio importante de la interpretación bíblica es que la Escritura interpreta la Escritura. De modo que, cuando nos encontramos con un pasaje que parece contradecir la clara enseñanza de la Biblia, debemos buscar otras maneras de interpretar el pasaje oscuro a la luz de los pasajes claros de las Escrituras. ¿Enseña la Biblia que Dios “conocía” a Jeremías en una especie de vida premortal antes de venir a la tierra o sólo está diciendo simplemente que, por causa del conocimiento (presciencia) de Dios, Él puede conocer (o destinar) personas antes de su existencia? Esta última interpretación encaja con el contexto cuando leemos en Romanos 4:17 que, por causa del conocimiento de Dios, Él “llama las cosas que no son, como si fuesen.”

JUAN 9:2: “Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?” Con respecto a este pasaje, la Iglesia Mormona afirma:

“Noten que su pregunta no se refería sólo a si los padres del hombre habían pecado antes que este naciera, sino a si el mismo hombre había pecado antes de nacer. Su interrogante muestra que ellos creían que el hombre había vivido y era capaz de pecar antes de nacer.” —New Era, February 1972 Q & A: “Can you clarify what is in the Bible about the pre-existence?” (Nueva Era, Febrero 1972 Q & A: “¿Pueden aclarar qué hay en la Biblia acerca de la pre-existencia?”) (Traducido del Inglés)

¿Estaban los discípulos de Jesús preguntando si este hombre ciego había pecado en algún tipo de mundo espiritual? ¿O se estaban refiriendo al concepto del pecado original que es transmitido a los humanos desde el vientre?

“He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.” —Salmo 51:5

Como explica el salmista, desde el mismo momento de su concepción, los seres humanos son “formados en maldad.” Salimos del vientre como bebés egoístas, deseando que todo en la vida gire a nuestro alrededor. Nadie tiene que entrenar a un infante a pelear para obtener algo que desea, aún si le hace daño a alguien más. Si le quitas su juguete, gritará. Si le das comida que no le gusta, la escupirá y se enojará. Si le dices que no toque algo, eso es exactamente lo que quiere agarrar. Está en nuestra naturaleza pecaminosa el desobedecer la autoridad, y como resultado, la Biblia dice:

“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios.” —Romanos 3:10-11

De manera que Dios envió a Su Hijo Jesús a morir por nuestros pecados para que, si lo aceptamos como nuestro Salvador, podamos ser perdonados y recibamos vida eterna (ver Romanos 6:23). Por eso, es la naturaleza pecaminosa original, recibida en la concepción, a lo que los discípulos se estaban refiriendo cuando le preguntaron a Jesús acerca del pecado de este hombre en el vientre. No era una referencia a algún tipo de vida preterrenal en un supuesto mundo espiritual.

JOB 38:4,7: “¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. …Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y se regocijaban todos los hijos de Dios?” Con respecto a este pasaje, la Iglesia Mormona afirma:

“Ahora bien, aun cuando el Señor no le dijo a Job dónde estaba él antes que se establecieran los cimientos de la tierra, la misma pregunta implica que Job tenía una existencia en algún lugar—y no solo Job, sino “todos los hijos de Dios.” Y cuando recordamos que la Biblia enseña que somos hijos de Dios (“linaje de Dios” es como el apóstol Pablo lo expresa en Hechos 17:29), no podemos evitar concluir que nosotros ya existíamos junto a Job (y Jeremías y el Señor Jesucristo) antes que la tierra fuese creada.” —New Era, February 1972 Q & A: “Can you clarify what is in the Bible about the pre-existence?” (Nueva Era, Febrero 1972 Q & A: “¿Pueden aclarar qué hay en la Biblia acerca de la pre-existencia?”) (Traducido del Inglés)

Este es un ejemplo clásico de la manera que tiene la Iglesia Mormona para torcer las Escrituras. En el contexto de este capítulo de Job, Dios le está formulando una serie de preguntas retóricas para las cuales la respuesta era simplemente NO, Job NO existía cuando se dieron estas cosas. Veamos por ejemplo estas preguntas que Dios le hace a Job en el mismo contexto del cual la Iglesia Mormona toma esta cita bíblica:

“¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y se regocijaban todos los hijos de Dios? ¿Quién encerró con puertas el mar, Cuando se derramaba saliéndose de su seno… Y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, Y ahí parará el orgullo de tus olas? ¿Has mandado tú a la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar, Para que ocupe los fines de la tierra, Y para que sean sacudidos de ella los impíos?” —Job 38:4-8, 11-13

De manera obvia, el contexto de Job 38 discute en contra de las afirmaciones de la Iglesia Mormona cuando todas las respuestas a las preguntas que Dios le hace a Job, son “¡NO!” Job no sabía quién realizó estos actos de creación, ni tampoco mostró al alba su lugar para que ocupe los fines de la tierra, ¡porque Job ni siquiera existía cuando fueron creados los ángeles o la tierra! Llegar a alguna otra conclusión, de que Dios le estaba diciendo de alguna manera a Job que él ya existía cuando Dios creó la tierra y a los seres angelicales llamados “hijos de Dios,” es una clara malinterpretación del texto Bíblico.

¿SON LOS ÁNGELES ESPÍRITUS HUMANOS SIN CUERPOS?

El mormonismo no hace distinción entre los espíritus humanos y los seres angelicales. Por ejemplo, en el mormonismo, el Ángel Moroni es supuestamente un humano resucitado en el Libro de Mormón. Sin embargo, la Biblia enseña que los seres humanos no pueden llegar a ser ángeles, porque son una creación completamente diferente.

Hebreos 2:9, 16-17: “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.

Hebreos 2:16-17: “Porque ciertamente él no tomó para sí a los ángeles sino a la descendencia de Abraham.  Por tanto, era preciso que en todo fuese hecho semejante a sus hermanos a fin de ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en el servicio delante de Dios, para expiar los pecados del pueblo.” (Reina Valera Actualizada – RVA-2015)

En este pasaje vemos que, al hacerse un ser humano, Jesús “fue hecho semejante a sus hermanos …un poco menor que los ángeles.” Ahora bien, si los ángeles son espíritus humanos sin cuerpos, ¿cómo podría Jesús haber sido “hecho…menor que los ángeles” al convertirse en un ser humano? Estas afirmaciones bíblicas no tendrían sentido si los espíritus de los ángeles y de los humanos son del mismo tipo.

Nuevamente, una clara distinción es hecha entre los ángeles y los humanos cuando leemos en este pasaje que Jesús no tomó para Sí a “los ángeles,” sino que, por el contrario, tomó para Sí la “descendencia de Abraham,” (esto es, la naturaleza humana) para pagar por nuestros pecados. De modo que, a diferencia del mormonismo que ve a los seres humanos y a los seres angelicales como criaturas del mismo tipo, la Biblia muestra una clara diferencia entre estos dos tipos de seres.

Existe otra manera en la cual la Biblia llama a los seres creados “hijos de…” algo o alguien en un sentido diferente al de la paternidad física, lo cual sucede en versículos como Efesios 2:2 donde “hijos de desobediencia” significa “tener una naturaleza desobediente” o Juan 8:44, donde los fariseos son llamados “hijos del diablo” porque su conducta seguía a Satanás, padre de mentira. Entonces, las Escrituras no enseñan que los humanos o los ángeles sean literalmente hijos de Dios, así como no enseña que los fariseos sean literalmente hijos de Satanás. Más bien, cuando la Biblia dice que Dios es el “padre de los espíritus” (Hebreos 12:9) y que somos “linaje de Dios” (Hechos 17:29), está hablando sólo en el sentido de ser Dios nuestro Creador, así como los ángeles son llamados “hijos de Dios” en Job 38:7 sólo en el sentido de que ellos también son creación de Dios. En ningún lugar la Biblia enseña que Dios hubiera creado a los ángeles o a los humanos por medio de un acto íntimo de matrimonio con una esposa celestial, o una supuesta “Madre Celestial” como la llaman los mormones.[3] Nuevamente, las enseñanzas de la Iglesia Mormona no tienen sustento en el texto bíblico.

Finalmente, por la caída de la humanidad en pecado, la Biblia explica que todos somos “por naturaleza hijos de ira” (Efesios 3:2). Sin embargo, si aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, se nos da la potestad de “llegar a ser hijos de Dios” por “adopción” en la familia de Dios (Juan 1:12, Gálatas 4:5, Efesios 1:5). Es en este sentido de adopción espiritual que Jesús es llamado “el primogénito entre muchos hermanos” (Romanos 8:29).

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[1] A menos que se indique de otra manera, todas las referencias a Escrituras Bíblicas han sido tomadas de la Versión Reina Valera 1960.

[2] Nota: En la Nueva Traducción Viviente, el versículo 46 se lee así: “Lo que primero viene es el cuerpo natural, y más tarde viene el cuerpo espiritual.”

[3] Véase el Tópico “Madre Celestial” en Temas del Evangelio de la página LDS.org, publicado en marzo del 2014.

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