.:¿DEBERÍAMOS CONFIAR EN LA BIBLIA? —Una respuesta a los ataques del mormonismo en contra de la exactitud de la Biblia
¿QUÉ ES LA BIBLIA?
La Biblia es una compilación de 66 libros los cuales llamamos el “canon” (la regla o norma) de las Escrituras. La Biblia está dividida en dos secciones: el Antiguo Testamento el cual cubre el período de la historia humana desde la Creación hasta el profeta hebreo Malaquías en el año 400 a.C., y el Nuevo Testamento que cubre el período desde el Nacimiento de Cristo (4 a.C.) hasta el Apocalipsis de Juan en el 95 d.C. La mayor parte del Antiguo Testamento fue incluida en el canon mucho tiempo antes del nacimiento de Cristo con dos libros marginales que se solidificaron dentro del canon final judío en el Concilio de Jamnia en el año 90 d.C. La mayoría de los libros del Nuevo Testamento fueron aceptados en el año 100 d.C., con la excepción de 6 libros en debate, que fueron reconocidos oficialmente dentro del canon cristiano en el Tercer Concilio de Cartago en el año 397 d.C. 1.Dios es el Autor supremo de la Escritura Bíblica. En 2 Timoteo 3:16-17 se afirma: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” 2. Cuando uno considera el rango amplio de los seres humanos que contribuyeron a la Biblia desde diferentes épocas, trasfondos variados, y lugares completamente diferentes, que escribieron acerca de muchos asuntos controversiales, y sin embargo, estando todos en armonía los unos con los otros, se puede ver el origen Divino de la Biblia, puesto que ningún libro de origen humano ha cumplido jamás una tarea así. La siguiente lista de hechos proporciona un resumen de todo lo excepcional de este gran libro de la Escritura:
- Fue escrita a lo largo de un período de 1.500 años:
- Antiguo Testamento = 39 libros en 3 secciones (Escritas desde Moisés en 1,400 a.C. hasta Malaquías en 400 a.C.)
- La Ley (Torah): Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio
- Los Profetas (Neviim): Josué, Jueces, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes, Isaías, Jeremías, Ezequiel, y los 12 Profetas Menores (Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías)
- Los Escritos (Ketubim): Salmos, Proverbios, Job, Ruth, Cantar de los Cantares, Eclesiastés, Lamentaciones, Ester, Daniel, Esdras, Nehemías, 1 y 2 Crónicas
- Nuevo Testamento = 27 libros en 4 secciones (Escritas desde Santiago en el 45 d.C. hasta Apocalipsis en el 95 d.C.)
- Los Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan
- Historia: Hechos
- Epístolas: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito, Filemón, Hebreos, Santiago, 1 y 2 Pedro, 1, 2 y 3 Juan, Judas
- Profecía: Apocalipsis
- Antiguo Testamento = 39 libros en 3 secciones (Escritas desde Moisés en 1,400 a.C. hasta Malaquías en 400 a.C.)
- 3 idiomas:
- Hebreo = La mayor parte de las Escrituras del Antiguo Testamento
- Arameo = Daniel 2-7:28; Jeremías 10:11; Esdras 4-7; Mateo 27:46
- Griego Koiné = El Nuevo Testamento (con la excepción ocasional de algunas frases en Arameo)
- 40 escritores de todos los ámbitos de la vida, procedentes de muchos lugares diferentes que abarcaron tres continentes:
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¿CÓMO VEN LA BIBLIA LOS MORMONES?
Los mormones consideran que la Versión King James de la Biblia en inglés y la Versión Reina Valera en español es la Escritura, pero ellos añaden tres libros, que fueron “traducidos” y dictados por su fundador, José Smith, para completar su canon abierto de las Escrituras llamado “The Standard Works of the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints” (Escrituras oficiales de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días). Estos libros adicionales de las Escrituras son el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios, y la Perla de Gran Precio. Entre estos cuatro libros, la Biblia es el libro menos confiable. Aunque los mormones creen que la Biblia es una obra con autoridad entre las Escrituras, ellos afirman que se han introducido muchos errores en el texto, de modo que uno no puede estar totalmente seguro de que lo que está registrado en la Biblia en la actualidad sea verdaderamente la Palabra de Dios como fue escrita por los profetas y los apóstoles judíos de los tiempos bíblicos. El octavo Artículo de Fe de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, afirma:
“Creemos que la Biblia es la palabra de Dios, hasta donde esté traducida correctamente, también creemos que el Libro de Mormón es la palabra de Dios.”—Octavo Artículo de Fe, Artículos de Fe de José Smith, La Perla de Gran Precio
Noten que se utiliza la limitación “hasta donde esté traducida correctamente” para la Biblia, mientras que ninguna limitación es utilizada para referirse al texto del Libro de Mormón. José Smith declaró que “Los traductores ignorantes, los escribientes descuidados y los sacerdotes… corruptos han cometido muchos errores” al copiar el texto de la Biblia. 3. Por eso, Smith afirmó haber restaurado y aclarado las verdades que faltaban de la Biblia por medio de la publicación del Libro de Mormón:
“Declaré a los hermanos que el Libro de Mormón era el más correcto de todos los libros sobre la tierra, y la clave de nuestra religión; y que un hombre se acercaría más a Dios al seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro.”—Historia de la Iglesia Vol. 4, p. 461 (en inglés) (Texto tomado de la introducción del Libro de Mormón en español)
Al afirmar que el Libro de Mormón se destaca más que “todos los libros” al ser “el más correcto de todos los libros sobre la tierra,” José Smith colocó al Libro de Mormón por encima de la Biblia como la norma por la cual “un hombre se acercaría más a Dios.” Si alguien creyera la afirmación de José Smith de que el Libro de Mormón es el libro “más correcto” sobre la tierra, uno no puede evitar cuestionar la integridad del texto bíblico mientras se lee el ataque masivo en contra de la exactitud de la Biblia, que se encuentra en las páginas del Libro de Mormón. Siete veces en el intervalo de siete versículos que se citan más adelante, procedentes de Primera de Nefi, capítulo trece, el Libro de Mormón asegura de manera dogmática: “se han quitado muchas cosas claras y preciosas del libro, el cual es el libro del Cordero de Dios.”
“Y el ángel del Señor me dijo: Has visto que el libro salió de la boca de un judío, y cuando salió de la boca del judío, contenía la plenitud del evangelio del Señor, de quien dan testimonio los doce apóstoles; y ellos testifican conforme a la verdad que está en el Cordero de Dios. Por lo tanto, estas cosas proceden en su pureza de los judíos a los gentiles, según la verdad que está en Dios. Y después que proceden por la mano de los doce apóstoles del Cordero, de los judíos a los gentiles, tú ves la formación de una iglesia grande y abominable, que es la más abominable de todas las demás iglesias, pues, he aquí, ha despojado el evangelio del Cordero de muchas partes que son claras y sumamente preciosas, y también ha quitado muchos de los convenios del Señor. … Por tanto, ves tú que después que el libro ha pasado por las manos de esa grande y abominable iglesia, se han quitado muchas cosas claras y preciosas del libro, el cual es el libro del Cordero de Dios. Y después que se quitaron estas cosas claras y de gran valor, va entre todas las naciones de los gentiles; y… a causa de las muchas cosas claras y preciosas que se han quitado del libro… a causa de estas cosas que se han suprimido del evangelio del Cordero, muchísimos tropiezan, sí, de tal modo que Satanás tiene gran poder sobre ellos. … Ni permitirá el Señor Dios que los gentiles permanezcan para siempre en ese horrible estado de ceguedad, en el que ves que están a causa de las partes claras y sumamente preciosas del evangelio del Cordero que ha suprimido esa iglesia abominable, cuya formación tú has visto. … los gentiles tropiecen muchísimo a causa de las partes más claras y preciosas que fueron suprimidas del evangelio del Cordero por esa abominable iglesia, que es la madre de las rameras, dice el Cordero, seré misericordioso con los gentiles en aquel día, de tal modo que haré llegar a ellos, por medio de mi propio poder, mucho de mi evangelio que será claro y precioso, dice el Cordero.”—1 Nefi 13:24-26, 28-29, 32, 34
Aún cuando el Libro de Mormón enfatiza rotundamente que muchas verdades preciosas fueron “quitadas” y “suprimidas” del “Evangelio del Cordero” por la “iglesia grande y abominable,” este no hace ningún intento por “restaurar” estas verdades supuestamente perdidas. No existe ni una sola doctrina revelada en el Libro de Mormón que no haya sido mencionada anteriormente en la Biblia. El problema no es que ni siquiera existen señales de las supuestas “partes más claras y preciosas …del evangelio del Cordero” que, según se afirma, faltan en la Biblia, sino que tampoco se encuentran en el Libro de Mormón muchas de las doctrinas únicas del evangelio mormón, tales como el bautismo por los muertos, los tres grados de gloria, el matrimonio celestial, el hecho que Dios tiene un cuerpo de carne y hueso y la Palabra de Sabiduría (la ley de la comida y bebida del mormonismo). Todos estos son requisitos que la iglesia mormona afirma ser necesarios para que un mormón sea exaltado al grado más alto en el Cielo, sin embargo estas doctrinas no se encuentran entre los “preceptos” del libro en el que José Smith afirmó que, “un hombre se acercaría más a Dios… que… (por) cualquier otro libro.” Es más, Jesús en el Libro de Mormón advierte en contra de añadir a sus doctrinas cuando dice:
“De cierto, de cierto os digo que ésta es mi doctrina…Y quienes declaren más o menos que esto, y lo establezcan como mi doctrina, tales proceden del mal…”—3 Nefi 11:39-40 4.
¿Es culpable la iglesia mormona de declarar “más…que” la doctrina de Jesús al añadir “preceptos” que no se encuentran en el Libro de Mormón? Sea usted el juez. Mientras tanto, debemos preguntarnos, por qué el Libro de Mormón no tan sólo falla en “restaurar” estas doctrinas ausentes del mormonismo, sino que también contradice las palabras de Jesucristo, el verdadero Cordero de Dios, quien prometió:
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”—Mateo 24:35 5.
¿A quién le debemos creer? Le creemos a José Smith y al Libro de Mormón que afirman que “las partes más claras y preciosas” de las palabras de Jesús fueron quitadas o creemos la promesa de Jesús de preservar sus palabras. Jesús no fue el único en la Biblia quien prometió que las palabras de Dios no se perderían, el profeta Isaías hizo la siguiente promesa en el Antiguo Testamento y el apóstol Pedro la reiteró en el Nuevo Testamento:
“Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.”—Isaías 40:8
“Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.”—1 Pedro 1:25
LA VERSIÓN INSPIRADA DE LA BIBLIA DE JOSÉ SMITH
A pesar de la promesa de Dios de que su Palabra no se perdería, José Smith llegó a producir su propia versión de la Biblia en la cual añadió cientos de palabras al texto de la Escritura sin el apoyo de ningún manuscrito. Su traducción se llama La Versión Inspirada de la Biblia o La Traducción de José Smith (JST). La iglesia mormona publicó algunas de las revisiones de Smith en las notas al pie de la página y en los apéndices de la versión mormona de la Biblia King James (en inglés) y todas las revisiones de Smith se encuentran actualmente publicadas en el libro titulado, Joseph Smith’s “New Translation” of the Bible (La “nueva traducción” de la Biblia por José Smith), de la editorial Herald Publishing House, que pertenece a la Comunidad de Cristo (antes conocida como La Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o RSUD).
Aún cuando José Smith afirmó haber concluido su traducción de las Escrituras en julio de 1833, 6. la mayoría de los mormones piensa que él no terminó, puesto que la iglesia mormona nunca ha publicado un manuscrito completo de tal traducción. Sin embargo, José Smith no tan sólo testificó haber completado las Escrituras, sino que también proclamó que Dios mandó que su traducción de la Biblia fuera impresa.
“…. el segundo solar hacia el sur a fin de que se me edifique una casa para el trabajo de imprimir la traducción de mis Escrituras y cualquiera otra cosa que os mande…” —Doctrina y Convenios, 94:10
“Y con este propósito os he mandado organizar, sí, para imprimir mis palabras, la plenitud de mis Escrituras, las revelaciones que os he dado…” —Doctrina y Convenios, 104:58
“…escuche [William Law] de aquí en adelante el consejo de mi siervo José,… y publique la nueva traducción de mi santa palabra a los habitantes de la tierra.” —Doctrina y Convenios, 124:89
Si José Smith nunca terminó su traducción de las Escrituras de la Biblia como muchos mormones afirman hoy en día, ¿qué estaba haciendo Smith con tantas revelaciones, supuestamente de Dios declarando que debía imprimir sus Escrituras de la Biblia? ¿Por qué le mandaría Dios imprimir una traducción inconclusa? A pesar de las revelaciones que afirman que Dios mandó que la traducción de la Biblia de Smith debiera ser impresa, la iglesia mormona nunca ha impreso un manuscrito completo de esta. ¿Por qué? La iglesia mormona no es dueña de los derechos de autor de la misma. Cuando José Smith murió y Brigham Young asumió el liderazgo de la iglesia mormona, la primera esposa de José Smith, Emma, se negó a entregar los manuscritos a Young, sino que los dio a un grupo denominado la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días liderada por su hijo, el cual publicó la traducción de Smith en 1867.
Es fascinante estudiar la Traducción de José Smith de la Biblia (JST) porque uno descubrirá muchos cambios y alteraciones que hizo al texto de la Escritura para validar sus propias perspectivas únicas. Algunos de los cambios doctrinales importantes que Smith insertó en el texto de su Biblia son los siguientes:
- RV 1960 Romanos 4:5: “…cree en aquel que justifica al impío…”
- JST Romanos 4:5: “…cree en aquel que no justifica al impío …” 7. (Traducido del inglés)
- RV 1960 Éxodo 33:20: “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.”
- JST Exodus 33:20: “JST Éxodo 33:20: “No podrás ver mi rostro en esta ocasión, no sea que mi ira se encienda también en contra de ti y te destruya a ti y a tu pueblo; porque no habrá entre ellos hombre alguno que me vea en esta ocasión, y viva, porque son sumamente pecadores. Y no ha habido ningún hombre pecador en ocasión alguna, ni habrá hombre pecador en ninguna ocasión que vea mi rostro y viva.” 8. Selecciones de la Traducción de José Smith de la Biblia en inglés (http://scriptures.lds.org/es/jst/13)
José Smith incluso añadió toda una sección a su Biblia, que consta de 15 versículos y más de 800 palabras entre Génesis 50:24-26 para crear una profecía acerca de sí mismo. El versículo a continuación en el que él se menciona a sí mismo por nombre, ha sido tomado de esta profecía que Smith añadió a Génesis capítulo cincuenta:
“Y bendeciré a ese vidente, y los que traten de destruirlo serán confundidos; porque te hago esta promesa; pues te recordaré de generación en generación; y su nombre será José, y será igual que el nombre de su padre; y será semejante a ti; porque lo que Jehová lleve a efecto por su mano guiará a mi pueblo a la salvación.”—Génesis 50:33, Selecciones de la Traducción de José Smith de la Biblia en inglés (http://scriptures.lds.org/es/jst/9)
La “Versión Inspirada” de José Smith crea muchas dificultades para la iglesia mormona, no tan sólo porque la Iglesia transgredió las revelaciones de Doctrina y Convenios al no imprimir la versión completa, sino también porque la versión de Smith no corrige las Escrituras Bíblicas más problemáticas que condenan las creencias heréticas del mormonismo. Versículos tales como Isaías 44:6 y 8 que condenan el concepto 9. de la “pluralidad de dioses” de Smith e Isaías 43:10 que condena la idea mormona de que los hombres pueden llegar a ser dioses 10. se han dejado intactos en la traducción de José Smith. Asimismo, la versión de José Smith no hace ningún intento por restaurar los supuestos “libros perdidos” que los mormones afirman fueron quitados de la Biblia.
Finalmente, entre los miles de manuscritos de la Biblia que se han descubierto, algunos que tienen fechas tan remotas como del siglo II a.C., ni uno solo apoya los cambios que José Smith hizo al texto de la Biblia. Si “muchas partes claras y sumamente preciosas del evangelio del Cordero” realmente fueron “quitadas” y “suprimidas” por la “iglesia abominable” de la edad media, como afirma el Libro de Mormón, 11. ¿por qué tal evidencia está completamente ausente en los manuscritos de la Santa Biblia que poseemos en la actualidad, que datan desde antes de la formación de la iglesia católica? ¿Por qué los cambios realizados por José Smith no concuerdan con los manuscritos que el Libro de Mormón dice eran puros en aquel entonces? 12. Tales discrepancias entre la traducción de Smith y los manuscritos antiguos únicamente crean sospecha de que José Smith cometió un fraude y engaño serio.
“Toda palabra de Dios es limpia; El es escudo a los que en él esperan. No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, Y seas hallado mentiroso.” —Proverbios 30:5-6
CÓMO LA BIBLIA FUE TRANSMITIDA HASTA LA ACTUALIDAD
Ya que la Biblia fue escrita durante un período de mil quinientos años, dos o tres mil años antes de la invención de la imprenta, esta fue preservada por medio del proceso de escritura a mano y copia de los manuscritos en una variedad de materiales: Papiro (el material más común de los antiguos escritos elaborado con juncos de papiro), Pergamino (pieles preparadas de ovejas, cabras y otros animales), Vitela (preparada con piel de ternera, con frecuencia teñida de púrpura y se escribía sobre ella con oro o plata), Ostraca (alfarería no vidriada), Tablillas de arcilla (grabadas cuando el material está húmedo y después secado con el fin de que el registro quedara en forma permanente), Piedras (inscritas con una “pluma de hierro”), y Tablillas de cera (un trozo de madera plano cubierto de cera). 13. Debido a la disponibilidad de los papiros, los pergaminos y las vitelas, la mayoría de los manuscritos antiguos de las Escrituras que poseemos en la actualidad están constituidos por estos materiales y fueron preparados ya sea en un rollo o en un códice (en forma de libro). Aún cuando poseemos miles de copias de los manuscritos más antiguos de la Biblia, ninguno de los autógrafos originales ha sobrevivido hasta hoy en día.
Con el paso de los siglos, se han realizado múltiples traducciones de los manuscritos a otras lenguas. Por eso, como se notó anteriormente, el octavo Artículo de Fe de la iglesia mormona afirma que los mormones creen “…que la Biblia es la palabra de Dios, hasta donde esté traducida correctamente.” Al oír la frase “traducción,” se podría suponer ingenuamente que las preocupaciones de los mormones con respecto a la exactitud de la Biblia, podrían ser fácilmente satisfechas al utilizar todos los recursos disponibles en griego y hebreo para comparar el texto original de la Biblia en hebreo, griego y arameo, con las traducciones de la Biblia que poseemos en la actualidad en los lenguajes modernos. Aún cuando esta sería una tarea bastante sencilla de emprender si se utilizan las herramientas apropiadas, esto no satisfacería las dudas de los mormones acerca de la exactitud de la Biblia porque sus preocupaciones provienen de un malentendido acerca del proceso por el cual la Biblia fue transmitida de una generación a otra.
Muchos mormones suponen esto de manera errónea porque los estudiosos no poseen en la actualidad los manuscritos originales de la Biblia. Ellos creen que es imposible conocer lo que los escritores originales de la Biblia escribieron. Ellos, de manera inexacta, perciben la frase “traducir la Biblia” como un proceso por el cual ellos piensan que la Biblia fue traducida de una lengua a otra, y luego a otra, y así sucesivamente de una lengua a la siguiente hasta llegar a la versión actual de la Biblia King James en inglés. Con esta perspectiva de la transmisión de la Biblia, uno puede comprender fácilmente cómo un mormón puede llegar a estar convencido de que muchas doctrinas “claras y sumamente preciosas” del evangelio mormón “se han quitado… del libro” 14. de la Biblia, siendo substituidas por doctrinas apóstatas de la cristiandad.
Mientras que esta perspectiva distorsionada acerca de la transmisión de la Biblia pudiera parecer verosímil, sus conclusiones erróneas se vuelven evidentes cuando uno considera la evidencia abrumadora de los manuscritos que prueba que la Biblia ha sido preservada con un 99.5% de exactitud. Aún cuando muchas “traducciones” de los manuscritos bíblicos se han realizado a través de los años, la gran mayoría de estas “traducciones” modernas se han basado en copias realizadas de los manuscritos del lenguaje original. Por lo tanto, las “traducciones” realizadas en otros idiomas sólo eran consideradas como una fuente secundaria para entender el significado de pasajes difíciles.
LA PRESERVACIÓN DE LOS MANUSCRITOS EN HEBREO DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Los judíos tomaron muy en serio la salvaguarda de sus Escrituras. Por eso, ellos entrenaban a personas especiales llamadas “escribas” para copiar las Escrituras con mucho cuidado, verificando meticulosamente y volviendo a verificar que no hubiera errores. Los escribas judíos de la era Masorética (500 d.C. al 950 d.C.) comprobaban que no hubiera errores en sus copias comparando el número de letras del manuscrito original con el número de letras de la copia, verificando también si la letra central del documento original concordaba con la letra central de la copia. Si en la copia se encontraba la más ligera discrepancia, era rechazada y el proceso de copia del manuscrito original comenzaba nuevamente desde el principio. Fue mediante este proceso de cuidado de los escribas que se preservó la exactitud de los manuscritos hebreos del Antiguo Testamento.
La copia manuscrita más antigua y completa del Antiguo Testamento en hebreo que poseemos actualmente es el Codex de Leningrad (L) con fecha del año 1.008 d.C. Antes de las rebeliones en Israel en 1947 cuando se dañó el Códex Aleppo del año 900 d.C., este era el manuscrito masorético completo más antiguo de todo el Antiguo Testamento. Estos manuscritos junto con los manuscritos parciales que poseemos de las Escrituras hebreas del Antiguo Testamento, con fechas del siglo VIII hasta el X, forman la base del Texto Hebreo Masorético del cual todas las versiones de la Biblia son traducidas en la actualidad. 15. En 1947, cuando los Rollos del Mar Muerto fueron descubiertos en las cuevas de Qumrán, a unos 25 kilómetros al este de Jerusalén, se encontraron fragmentos de todos los libros del Antiguo Testamento (con la excepción de Ester) en estos rollos, con una fecha que se remonta al siglo II a.C. El hallazgo más significativo fue una copia completa en hebreo del Libro de Isaías. Cuando este rollo del siglo II a.C. fue comparado con el texto de Isaías que se conoce como el más antiguo del año 900 d.C., los eruditos se sorprendieron al descubrir que el texto de Isaías estaba virtualmente sin cambios, con un 95% de exactitud, ¡después de 1.000 años de copiado! La mayoría de este 5% de variaciones entre los manuscritos, consistía principalmente en resbalones de la pluma y en errores ortográficos obvios que no afectan el mensaje del texto. 16. Por lo tanto, uno puede confiar en la exactitud de los manuscritos en hebreo que los eruditos utilizan hoy en día para traducir la porción del Antiguo Testamento de nuestra Biblia a los idiomas modernos de la actualidad.
LA PRESERVACIÓN DE LOS MANUSCRITOS GRIEGOS DEL NUEVO TESTAMENTO
Mientras que los judíos asignaban la tarea de copiar los manuscritos del Antiguo Testamento a escribas entrenados, la iglesia cristiana del Nuevo Testamento no tuvo este proceso para sus Escrituras. En lugar de esto, cuando las Escrituras del Nuevo Testamento circulaban entre las iglesias del siglo primero, la gente hacía copias sin discernimiento para el uso personal y de la congregación. Por eso, proliferaron discrepancias menores entre las copias tal como se esperaría cuando la precisión en el copiado no es enfatizada de la manera en que lo fue por parte de los escribas hebreos.
La mayor parte de estas discrepancias (variantes textuales) consistían en errores ortográficos menores que son fácilmente reconocidos por los expertos, y el aumento incidental o supresión de alguna nota marginal que con frecuencia no tenía mucho que ver con el mensaje global del escrito. En la mayoría de los casos, una comparación de varias copias de los manuscritos puede determinar fácilmente la intención original del autor.
Los eruditos en la actualidad cuentan con más de 24,000 manuscritos parciales y completos del Nuevo Testamento, con los cuales pueden comparar los textos. 5,686 de estos manuscritos están en griego y 19,284 están en traducciones en idiomas antiguos. La mayoría de los manuscritos griegos fueron copiados entre los siglos IX al XVI, cientos fueron copiados entre los siglos IV al VIII, y unos cuantos manuscritos en papiros antiguos tienen una fecha que se remonta a los siglos II y III. El manuscrito más antiguo es el Papiro 52 (P52) del Evangelio de Juan, copiado en el año 125 d.C.
El manuscrito más antiguo del Nuevo Testamento completo es el Codex Sinaiticus en Griego, del año 325 d.C. Este, junto con el Codex Vaticanus, también del siglo IV, forman la base del Nuevo Testamento en el Griego Original de 1881 escrito por Brook Foss Westcott y Fenton John Anthony Hort. Estos manuscritos no tan sólo contienen todo el Nuevo Testamento en griego sino que una gran porción de la Traducción Griega Septuaginta del Antiguo Testamento hebreo también fue preservada entre estos. Por eso, estos manuscritos conjuntos se consideran los manuscritos más antiguos de la Biblia completa en griego que poseemos en la actualidad. Los cuadros a continuación, adaptados del libro de Josh McDowell, New Evidence That Demands a Verdict (La nueva evidencia que exige un veredicto), 17. proporcionan un análisis del número total de los manuscritos que quedan del Nuevo Testamento que están disponibles en la actualidad:
Manuscritos existentes en griego: |
No. de copias |
Unciales (Todo en letras mayúsculas) |
307 |
Minúsculas (mayúsculas y minúsculas) |
2,860 |
Leccionarios |
2,410 |
Papiros |
109 |
SUBTOTAL
|
5,686 |
Manuscritos en otros idiomas |
No. de copias |
Vulgata Latín |
10,000+ |
Etíope |
2,000+ |
Esloveno |
4,107 |
Armenio |
2,587 |
Siríaco Peshita |
350+ |
Boháirico |
100 |
Árabe |
75 |
Latín antiguo |
50 |
Anglosajón |
7 |
Gótico |
6 |
Sogdiano |
3 |
Siríaco antiguo |
2 |
Persa |
2 |
Franco |
1 |
SUBTOTAL |
19,284+ |
GRAN TOTAL
|
24,970 |
Compare los totales de estos escritos con los de cualquier otro libro de la antigüedad y descubrirá que no existe documento antiguo alguno que se pueda comparar con el apoyo de manuscritos que tenemos para el texto de nuestro Nuevo Testamento. Esto se demuestra en el siguiente cuadro tomado del libro New Evidence That Demands a Verdict (La nueva evidencia que exige un veredicto) 18. de Josh McDowell:
AUTOR |
LIBRO |
FECHA QUE SE ESCRIBIÓ |
COPIA MÁS ANTIGUA |
LAPSO DE TIEMPO |
NO. DE COPIAS |
Homero |
La Ilíada
|
800 a.C. |
400 a.C. |
400 Años |
643 |
Herodoto |
Historia
|
480-425 a.C. |
900 d.C. |
1,350 Años |
8 |
Platón |
La República |
400 a.C. |
900 d.C. |
1,300 Años |
7 |
César |
Guerras Gálicas
|
100-44 a.C. |
900 d.C. |
1,000 Años |
10 |
Livio |
Historia de Roma
|
59 a.C.–17 d.C. |
Siglo 4to (Parcial) |
400 Años |
1 parcial |
Tácito |
Anales
|
100 d.C. |
1,100 d.C. |
1,000 Años |
20 |
Plinio Segundo |
Historia natural
|
61-113 d.C. |
850 d.C. |
750 Años |
7 |
Nuevo Testamento |
50-100 d.C. |
114 d.C. (fragmentos) 200 d.C. (libros) 250 d.C. (la mayor parte del N.T.) 325 d.C. (N.T. completo) |
+ 50 Años |
5,686 |
EL NUEVO TESTAMENTO PRESERVADO POR MEDIO DE CITAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA
Las citas de las Escrituras del Nuevo Testamento por parte de siete padres primitivos de la iglesia 19. comenzando con Justino Mártir (100 d.C.) hasta Eusebio de Cesarea (339 d.C.) numeran 36,289 ya para el período de tiempo del Concilio de Nicea. Y como si este número de citas de los padres de la iglesia primitiva no fuera lo suficientemente impresionante, se podrían añadir las citas de los padres de la iglesia contemporánea con Agustín de Hipona (354 d.C.) y muchos padres subsecuentes, para llegar a un total de 86,489 citas. 20. Josh McDowell explica:
“…las citas son tan numerosas y extensas que si no hubiera manuscritos del Nuevo Testamento en existencia, el Nuevo Testamento se podría reproducir con tan solo de los escritos de los padres primitivos. (Geisler, GIB, 430) En resumen, J. Harold Greenlee estaba en lo correcto cuando escribió, ‘las citas son tan extensivas que el Nuevo Testamento podría virtualmente ser reconstruido a partir de ellas sin el uso de los manuscritos del Nuevo Testamento.’ (Greenlee, INTTC, 54)” —The New Evidence That Demands a Verdict (La nueva evidencia que exige un veredicto) (Traducido del inglés), p. 43
Efectivamente, el apoyo de los manuscritos para las Escrituras del Nuevo Testamento no deja duda alguna del hecho que poseemos hoy en día todo el contenido de las Escrituras originales dictadas por los Profetas y Apóstoles de nuestra fe del siglo primero.
DE QUÉ MANERA LOS ERUDITOS DEL NUEVO TESTAMENTO EN GRIEGO RESUELVEN LAS DISCREPANCIAS TEXTUALES
Los mormones con frecuencia discuten que las variantes textuales (las discrepancias) entre los manuscritos de las Escrituras prueban que la Biblia no es precisa. Esta acusación es simplemente incorrecta, tal como lo demostraremos al examinar el proceso por el cual los eruditos textuales evalúan las copias múltiples de los manuscritos Escriturales para determinar el significado esencial detrás de las variantes.
LATÍN: “testimonium dicunt [o: dant] in terra, spiritus [o: spiritus et] aqua et sanguis, et hi tres unum sunt in Christo Iesu. et tres sunt, qui testimonium dicunt in caelo, pater verbum et spiritus.”
VULGATA LATINA DE LA EDAD MEDIA
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TRADUCCIÓN MODERNA |
“Porque tres son los que dan testimonio: [en el cielo: el Padre, el verbo, y el Espíritu Santo; y estos tres concuerdan en uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra:] el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.” 21. |
“Porque tres son los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.” |
Debido a que la Vulgata Latina era la Biblia común de su época, Desiderio Erasmo recibió muchas críticas cuando la primera y segunda edición de su manuscrito griego no contenía las palabras extras de la Comma Johanneum. Erasmo fue acusado por sus críticos de apoyar la creencia herética del “Arrianismo” la cual negaba la Trinidad y enseñaba que Jesús no era Dios. Y ya que Erasmo no pudo encontrar un sólo manuscrito griego que apoyara el uso de estas palabras adicionales, su nota en las Anotaciones de sus dos primeras ediciones del texto en griego dice así:
“En el codex griego sólo encontré lo siguiente acerca del testimonio triple: ‘porque existen tres testigos, espíritu, agua, y sangre.’ ” 22.
Cuando Erasmo desafió a sus críticos a que le presentasen un manuscrito en griego que apoyara la traducción de la Comma Johanneum de 1 Juan 5:7-8, ellos le presentaron un manuscrito irlandés (Codex Montfortianus) que muchos creen fue inventado y traducido al griego partiendo de este pasaje de la misma Vulgata Latina. Para permanecer fiel a su palabra, Erasmo, de mala gana, insertó la Comma Johanneum a su tercera edición del Textus Receptus con la siguiente nota:
“He restaurado el texto… para no dar a nadie ocasión alguna para la difamación.” 23.
Los tiempos han cambiado desde aquellos días de la media docena de manuscritos griegos de Erasmo. Los eruditos disponen ahora de más de 24,000 manuscritos del Nuevo Testamento, parciales y completos, para comparar los textos. Dada la disponibilidad de miles de manuscritos, es fácil para los estudiosos modernos determinar lo que los autores originales de los manuscritos del Nuevo Testamento escribieron en sus textos. Aún cuando hemos discutido la Comma Johanneum, la cual es una de las variantes textuales más críticas del Nuevo Testamento, la mayoría de las variantes son secundarias y no tienen relación con el significado general del texto. Algunas de estas variantes son las que se muestran a continuación:
REINA VALERA VERSIÓN 1960
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LA BIBLIA DE LAS AMÉRICAS
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HECHOS 16:7: “…el Espíritu no se lo permitió.” | HECHOS 16:7: “…el Espíritu de Jesús no se lo permitió.” |
JUDAS 4: “…niegan a Dios, el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.” | JUDAS 4: “…niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo.” |
1 PEDRO 3:15: “santificad a Dios el Señor en vuestros corazones…” | 1 PEDRO 3:15: “santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones …” |
Como se puede apreciar en los ejemplos del cuadro anterior, la mayoría de las variantes textuales tienen que ver con el aumento o la exclusión de las palabras “Dios,” “Jesús” o “Cristo” por las palabras “Señor” o “Espíritu,” o el pronombre personal “Él” como substituto para “Cristo” en los manuscritos. Aún cuando la mayoría de los manuscritos griegos más antiguos están a favor de la interpretación de las traducciones modernas, como la de la Biblia de las Américas que se muestra anteriormente, ninguna de las traducciones variantes cambian el significado inherente de los textos. Por medio de las comparaciones, como las que se realizaron anteriormente, cualquiera puede determinar fácilmente el mensaje esencial de los autores originales del Nuevo Testamento. Por lo tanto, como afirman Norman L. Geisler y Frank Turek:
“Los eruditos en textos antiguos Westcott y Hort calcularon que sólo una entre sesenta de estas variantes tiene importancia. Esto dejaría a un texto 98.33 por ciento puro… No se ha probado la autenticidad de ningún otro libro antiguo como este. Bruce Metzger, el gran erudito en el Nuevo Testamento y profesor en Princeton, calculó que el Mahabharata del hinduismo ha sido copiado con tan sólo un 90 por ciento de exactitud y la Ilíada de Homero con un 95 por ciento. Por comparación, él calculó que el Nuevo Testamento tiene un 99.5 por ciento de exactitud. Nuevamente, el 0.5 por ciento en duda no afecta ni una sola doctrina de la fe cristiana.”—I Don’t Have Enough Faith to Be an Atheist (No tengo la fe suficiente para ser ateo), 2004,p. 229 (Traducido del inglés)
¿LE FALTAN LIBROS A LA BIBLIA?
Los mormones señalan con frecuencia el nombre de algunos libros mencionados en la Biblia que no se encuentran entre los textos de las Escrituras, como evidencia de que las Escrituras de la Biblia están incompletas. Algunos de los libros comunes que se mencionan en la Biblia que los mormones consideran como “perdidos” o “ausentes” son los siguientes:
- El libro de las batallas de Jehová (Números 21:14).
- El libro de Jaser (Josué 10:13; 2 Samuel 1:18).
- El libro de las leyes del reino (1 Samuel 10:25).
- El libro de los hechos de Salomón (1 Reyes 11:41).
- El libro de las crónicas de Gad vidente (1 Crónicas 29:29).
- El libro del Profeta Natán (1 Crónicas 29:29; 2 Crónicas 9:29).
- El libro de Jehú (2 Crónicas 20:34).
- El libro de Enoc (Judas 14)
- Una epístola anterior de Pablo a los Efesios (Efesios 3:3)
- Una epístola anterior de Pablo a los Corintios (1 Corintios 5:9);
- Una epístola para los Colosenses escrita desde Laodicea (Colosenses 4:16).
Es importante tomar en cuenta, antes que nada, que estos libros no se “perdieron” de la Biblia. Estos libros eran comúnmente conocidos entre la gente de su época y algunos incluso existen en nuestra época, como en el caso del libro de Enoc, nombrado anteriormente. La razón por la que no los encontramos en la Biblia es, primeramente, ¡porque nunca fueron considerados parte de las Escrituras desde un inicio! Los mormones suponen, de manera incorrecta, que si un libro es mencionado en un texto de las Escrituras, entonces también debe ser considerado como Escritura. Esta es una suposición falsa, porque la mayoría de los libros no Escriturales mencionados en la Biblia fueron simplemente registros de los profetas y videntes, o libros históricos, como en el caso del “libro de las batallas de Jehová” mencionado en Números 21:14. No existe nada en el texto de las Escrituras que indique que Dios hubiera deseado que estos libros no Escriturales fueran preservados en su Santa Palabra, la Biblia. Es más, cuando uno examina estos libros que han sido preservados hasta nuestra época (como el libro de Enoc), descubrirá que a estos libros les falta autoridad divina y/o contienen inexactitudes en el texto, que impiden que sean canonizados en las Escrituras. Esta es la razón por la cual ninguno de los libros no canónicos que se mencionan en la Biblia fue considerado como Escritura por la gente de su época. Sin embargo, vale la pena hablar acerca de las supuestas epístolas perdidas de Pablo, ya que la mayoría de sus epístolas (a diferencia de los demás libros de la lista de arriba) son consideradas como Escrituras.
¿Se perdió la carta de misterio de Pablo (Efesios 3:3-4)?
En Efesios 3:3-4, Pablo menciona un escrito anterior en el cual habla acerca del misterio que Dios le dio a conocer por medio de una revelación. Es importante tomar en cuenta que las cartas de Pablo no siempre se quedaban con la iglesia destinataria, sino que con frecuencia eran copiadas y circulaban entre otras iglesias. Esto desde luego fue cierto con el libro de Efesios, ya que Pablo escribió esta carta con la intención específica de que circulara por todas las iglesias de Asia Menor. Por lo tanto, es muy posible que la “revelación” del “misterio” del que Pablo escribió anteriormente, fue una referencia a una carta anterior, posiblemente 1 Corintios, en la que Pablo escribió “brevemente” (Efesios 3:3) acerca del “misterio” de Dios (1 Corintios 2:7-10). Dado que Pablo escribió 1 Corintios desde la ciudad de Éfeso (1 Corintios 16:8), es bastante razonable concluir que los Efesios aún tenían acceso a una copia de esta carta que Pablo escribió durante su estancia allí.
¿Se perdió la primera carta de Pablo a los Corintios (1 Corintios 5:9)?
En 1 Corintios 5:9, Pablo afirmó: “Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios.” Norman Geisler y Thomas Howe hacen un comentario con respecto a este pasaje:
“Existen aquí tres posibilidades. La primera puede ser que no todas las cartas apostólicas estaban destinadas a estar dentro del canon de las Escrituras. Lucas hace referencia a “muchos” otros evangelios (1:1). Juan da a entender que hubo mucho más que Jesús hizo que no fue registrado (20:30; 21:25). Quizás no fue la intención de Dios que esta carta ‘perdida’ a los Corintios fuera reunida en el canon y preservada… En segundo lugar, otros creen que la carta a la que se hace referencia (en 1 Corintios 5:9), tal vez no esté perdida, sino que es parte de un libro existente en la Biblia. Por ejemplo, podría ser parte de lo que conocemos como 2 Corintios, capítulos 10-13, los cuales, algunos creen, fueron reunidos después, junto con los capítulos 1 al 9. Para sustentar esta posición se tiene el hecho de que los capítulos del 1 al 9 tienen indudablemente una diferencia de tono que el resto del libro de 2 Corintios (los capítulos del 10 al 13). Esto podría indicar que fue escrita en diferentes ocasiones… Ellos también destacan que Pablo hace referencia a las ‘cartas’ (en plural) que había escrito, en 2 Corintios 10:10. En tercer lugar, otros creen que Pablo se está refiriendo al mismo libro de 1 Corintios en 1 Corintios 5:9, esto es, al mismo libro que estaba escribiendo en ese momento. Para sustentar esta idea ellos explican …Aún cuando el tiempo aoristo del idioma griego que se utiliza aquí (‘he escrito’) puede referirse a una carta anterior, también puede referirse al libro que se está elaborando. A esto se le llama un ‘aoristo epistolar,’ porque se refiere al mismo libro en el cual está siendo utilizado.”—When Critics Ask – Popular Handbook on Bible Difficulties (Cuando los críticos hacen preguntas – Manual popular acerca de dificultades Bíblicas), 1992, pp. 152-153 (Traducido del inglés).
¿Se perdió una carta Paulina de Laodicea? (Colosenses 4:16)?
En Colosenses 4:16, Pablo manda a la iglesia en Colosas: “Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros.” Algunos razonan que la “Epístola de Laodicea” es una carta perdida de Pablo, porque ninguna de las cartas de Pablo en el Nuevo Testamento tiene este título. Sin embargo, el texto dice que esta carta era “de Laodicea”, no que la carta fuera llamada por este nombre. Existe evidencia buena de que la carta “de Laodicea” es una referencia al libro de Efesios. Existen varias razones para afirmar esto. Primeramente, Pablo escribió el libro de Efesios al mismo tiempo que escribió el libro de Colosenses. En segundo lugar, la epístola a los Efesios era un tipo de carta cíclica que Pablo envió por todas las iglesias en Asia menor, y tres manuscritos griegos antiguos no contienen las palabras “en Éfeso” de Efesios 1:1 en la frase: “a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso.” Por lo tanto, muchos creen que la carta que venía “de Laodicea” que se menciona en Colosenses 4:16 era realmente una referencia a la carta de Pablo a los Efesios. 24.
¿LE FALTAN LIBROS AL LIBRO DE MORMÓN?
Mientras que los mormones están prestos para afirmar que los libros citados que no están incluidos en el texto de la Escritura son una prueba de que la Biblia está incompleta, ellos no logran aplicar esta misma norma a su Libro de Mormón, el cual tiene no menos de 10 libros citados que no están incluidos en su texto. ¿Discutiríamos entonces que el Libro de Mormón está incompleto porque estos libros no están incluidos? Ningún mormón estaría de acuerdo con esto.
- Libro de Memorias (3 Nefi 24:16)
- Profecías de Zenós (1 Nefi 19:10; Jacob 5:1)
- Profecías de Zenoc (1 Nefi 19:10)
- Profecías de Neum (1 Nefi 19:10)
- Las Planchas Perdidas de Labán (1 Nefi 3:3-4)
- Las Enseñanzas Perdidas de Benjamín (Mosíah 1:8)
- Las Palabras Perdidas de Amulek (Alma 9:34)
- Las Palabras Perdidas de Alma (Alma 13:31)
- Las Enseñanzas Perdidas de Alma (Alma 8:1)
- Las Enseñanzas Perdidas de Helamán (Helamán 5:13)
Debemos recordar que Dios el Padre y el mismo Jesucristo prometieron que la Palabra de Dios permanecería para siempre (Isaías 40:8; Mateo 24:35; 1 Pedro 1:25). Por lo tanto, si un libro de las Escrituras se hubiera perdido, tendríamos que cuestionar la capacidad de Dios para cumplir sus promesas. Ciertamente, ese no es el caso, ¡pues la Escritura declara que Dios no miente (Tito 1:2)!
¿ESTÁ COMPLETA LA BIBLIA O DEBEMOS BUSCAR REVELACIONES NUEVAS?
Los mormones se jactan de la habilidad de sus profetas para revelar Escrituras nuevas a la iglesia en la actualidad. Por eso, su canon de cuatro libros de la Escritura nunca se considera cerrado, sino que las “palabras inspiradas” de los profetas vivientes del mormonismo también se convierten en sus “Escrituras.” 25. Así como un niño presume sus juguetes “nuevos” con sus compañeros de juegos, así también los mormones se jactan de su “nueva” revelación del Libro de Mormón que ridiculiza a los cristianos que se adhieren a las revelaciones “antiguas” de la Biblia:
“y porque mis palabras resonarán— muchos de los gentiles dirán: ¡Una Biblia! ¡Una Biblia! ¡Tenemos una Biblia, y no puede haber más Biblia! …¡Oh necio, que dirás: Una Biblia; tenemos una Biblia y no necesitamos más Biblia! ¿Tendríais una Biblia, de no haber sido por los judíos? ¿No sabéis que hay más de una nación?”—2 Nefi 29:3, 6-7
Para responder a estas acusaciones, los cristianos con frecuencia buscan un versículo de la Biblia que enseña que el canon de la Escritura se cerró en Apocalipsis, el último libro del Nuevo Testamento. Desgraciadamente, esta Escritura no existe, aunque muchos, con frecuencia, recurren incorrectamente a Apocalipsis 22:18-19:
“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.”
En su contexto, Apocalipsis 22:18-19 se refiere al libro de Apocalipsis y no a la Biblia entera. Aunque ninguna Escritura habla del hecho de que el canon de la Escritura se cerró con el último libro de la Biblia, la Escritura si afirma que “todo el consejo de Dios” ha sido declarado y que Dios ya nos ha dado “todas las cosas” que pertenecen a la vida y a la piedad:
“porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.”—Hechos 20:27
“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.”—2 Pedro 1:3
Si “todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad” y “todo el consejo de Dios” ya nos han sido declarados por medio de la Biblia, ¿qué necesidad tenemos de un “consejo” nuevo de Dios en forma de Escrituras adicionales? Como ya hemos demostrado, nada de las Palabras de Dios se ha perdido, de modo que no hay necesidad de una “restauración” de verdades “claras y sumamente preciosas” del evangelio por medio una supuesta Escritura llamada el “Libro de Mormón.” Es más, con respecto al concepto de recibir revelaciones en los últimos días, las Escrituras nos dan las siguientes advertencias fuertes:
- No “pensar más” de lo que está escrito (1 Corintios 4:6; 2 Juan 1:9).
- No “añadir” ni “quitar” a las palabras que Dios ha hablado (Deuteronomio 4:2; Proverbios 30:6).
- No contradecir lo que Dios ha registrado en la Escritura (Isaías 8:20; Deuteronomio 13:1-5).
- No proclamar en el nombre de Dios mensajes que Él no haya dado (Deuteronomio 18:20-22).
- No torcer las Escrituras para que concuerden con doctrinas personales y distorsionadas (2 Pedro 3:16).
Cuando se miden las “Escrituras” mormonas con estas pautas, se puede apreciar que fracasan en los cinco aspectos. Fundamentalmente, el asunto es, en quién confías. ¿Confías en José Smith y el Libro de Mormón que afirma que Jesús fracasó en cumplir su promesa de preservar su Palabra (1 Nefi 13)? ¿O confías en Jesucristo y en sus promesas (Mateo 24:35; Marcos 13:31; Lucas 21:33)? Él hizo la siguiente advertencia:
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis”— Mateo 7:15-16
Los “frutos” de este “falso profeta” mormón son evidentes. Uno no lo puede aceptar de las dos maneras, pues el creer en el Libro de Mormón es decir que Jesús es un mentiroso. ¡QUE NUNCA SEA ASÍ!
“¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso”—Romanos 3:3-4
PARA MAYOR INFORMACIÓN VER:
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1. Estos seis libros son Hebreos, 2 Pedro, Santiago, 2 Juan, 3 Juan, y Apocalipsis.
2. A menos que se indique lo contrario, todas las citas de las Escrituras han sido tomadas de la Versión de la Biblia Reina Valera 1960.
3. Enseñanzas del Profeta José Smith, 1982, por Joseph Fielding Smith, p. 404
4. Comparar con Gálatas 1:6-9 en la Biblia.
5. Vea también Marcos 13:31 y Lucas 21:33.
6. Vea Historia de la iglesia, vol.1, pp. 324, 368 (en inglés)
7. Las adiciones de Smith al texto bíblico se notan aquí y en otras citas en cursiva. La inserción de la palabra sutil “no” en este texto de Romanos 4:5 cambia por completo el significado del pasaje y declara nula la doctrina bíblica de la justificación solamente por fe que el apóstol Pablo enfatizó a través de la epístola a los Romanos.
8. Esta frase que prohíbe a un “pecador” ver el rostro de Dios, en lugar de prohibirlo a TODA la humanidad, fue cambiada para justificar la afirmación que hizo José Smith de haber visto a Dios el Padre en su relato de la Primera Visión de 1820.
9. Vea Enseñanzas del Profeta José Smith, 1982, por José Fielding Smith, p. 460
10. Vea Enseñanzas del Profeta José Smith, 1982, por José Fielding Smith, pp. 427-428
11. Vea 1 Nefi 13:24-26, 28-29, 32, 34
12. Vea 1 Nefi 13:24-25
13. Vea Evidencia que exige un veredicto, 1982, por Josh McDowell, pp. 29-30
14. 1 Nefi 13:28
15. Vea Old Testament Textual Criticism— A Practical Introduction (Crítica textual del Antiguo Testamento—Una introducción práctica), 1994,por Ellis R. Brotzman pp. 56-57 y The New Evidence That Demands A Verdict (La nueva evidencia que exige un veredicto), p. 73
16. Vea Evidencia que exige un veredicto, ed. 1982, pp. 59-61
17. The New Evidence That Demands A Veredict (La nueva evidencia que exige un veredicto), p. 34 (Traducido del inglés).
18. The New Evidence That Demands A Verdict (La nueva evidencia que exige un veredicto), p. 38 (Traducido del inglés).
19. Los siete padres de la iglesia que se consideran en este total son: Justino Mártir, Ireneo, Clemente de Alejandría, Orígenes, Tertuliano, Hipólito, Eusebio de Cesarea, referenciados en Evidencia que exige un veredicto, ed. 1982,p. 55
20. The New Evidence That Demands A Verdict (La nueva evidencia que exige un veredicto), p. 45
21. Las traducciones en Latín y Español de la versión medieval de la Vulgata Latina fueron tomadas del sitio Web de Wikipedia en http://es.wikipedia.org/wiki/Coma_Joanino, ya que la Vulgata Latina actual ha sido cambiada para concordar con las traducciones modernas al excluir las palabras adicionales del Comma Johanneum.
22. Citado de The King James Only Controversy (La controversia de la Biblia única King James), 1995, James R. White, p. 60 (Traducido del inglés).
23. Citado de The King James Only Controversy (La controversia de la Biblia única King James) p. 61 (Traducido del inglés).
24. Véase When Critics Ask – Popular Handbook on Bible Difficulties (Cuando los críticos preguntan – Manual popular sobre dificultades Bíblicas), 1992, por Norman Geisler y Thomas Howe, p. 489 (Traducido del inglés)
25. Véase Principios de Evangelio, 1995 p. 55.
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