“Algunas revelaciones son de Dios; algunas revelaciones son del hombre; y algunas revelaciones son del diablo. ” —Profeta José Smith, An Address to All Believers in Christ, (Un discurso para todo creyente en Cristo), 1887, por David Whitmer (Traducido del inglés)
Si José Smith no podía diferenciar de dónde venían sus “revelaciones,” ¿cómo sabemos cuáles creer?
“José…recibió una revelación (que mostraba) que algunos de los hermanos debieran ir a Toronto, Canadá, y que ellos venderían los derechos del Libro de Mormón…ellos fracasaron completamente en la venta de los derechos, regresando sin dinero… le preguntamos a José cómo fue que recibió una revelación…y los hermanos habían fracasado completamente en su misión. José no sabía qué había sucedido, así que le preguntó al Señor acerca de esto, y he aquí que la siguiente revelación vino a través de la piedra: ‘Algunas revelaciones son de Dios; algunas revelaciones son del hombre; algunas revelaciones son del diablo.’ Vemos entonces que, la revelación de ir a Toronto para vender los derechos del libro no era de Dios, sino del diablo o del corazón del hombre.” —An Address to All Believers in Christ, (Un discurso para todo creyente en Cristo) 1887, p. 31(Traducido del inglés)
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